Visita de la Puerta de la Aurora. Construida en el siglo XVI, es la única superviviente de las 9 puertas que se abrían en la antigua muralla de la ciudad. En aquel tiempo era muy corriente colocar objetos religiosos o reliquias en el interior de las puertas de las ciudades, o sobre las mismas, con el fin de proteger la ciudad y sus murallas de los ataques e invasiones, así como de bendecir a los viajeros que pasaban bajo las puertas. Sobre la Puerta de la Aurora fue colocado un icono con una imagen de Santa Maria al que rápidamente los habitantes de la ciudad atribuyeron poderes mágicos y curativos. El icono fue embellecido con chapas de oro y plata gracias a los numerosos donativos. El culto se hizo muy popular, tanto para católicos como ortodoxos, hasta el punto que no fue prohibido ni siquiera durante el periodo más duro de la ocupación soviética. Aun hoy día es posible ver a silenciosos peregrinos rezando bajo las puertas, o incluso misas al aire libre, frente a la imagen de Santa Maria.