Visita de la iglesia de Santa Ana y de la Iglesia de San Francisco y San Bernardino. Es este uno de los más bellos conjuntos de arquitectura gótica de Vilnius. Se compone de la iglesia de Santa Ana, el Monasterio de San Bernardino y dentro de éste la Iglesia de San Francisco de Asís. La iglesia de Santa Ana es una joya gótica de finales del siglo XV. La pequeña iglesia presenta una espectacular fachada, verdadera filigrana de ladrillo rojo, arcos y relieves, en estilo gótico flamígero, que no ha sufrido prácticamente cambios durante los últimos 500 años. Cuando Napoleón pasó por Vilnius camino de Rusia, quedó impresionado por la belleza de la iglesia y exclamó: “me gustaría llevármela a Francia, en la palma de mi mano!”. La iglesia de San Francisco de Asís es mucho más grande que la anterior, de hecho es uno de los mayores edificios góticos del país. Fue construida en ladrillo rojo, como muchas iglesias y castillos en la zona del Báltico bajo influencia de la Hansa. Edificada en el límite de la antigua Vilnius, junto al rio Vilnia, fue incorporada a las murallas de la ciudad, tomando un marcado carácter militar y defensivo que aun hoy en día podemos apreciar en su exterior. Durante la ocupación soviética fue transformada en almacén. Una vez que Lituania recobro su independencia, los monjes franciscanos que habían permanecido en la clandestinidad retornaron a la iglesia y participaron activamente en su reconstrucción.