Narva
Narva es la tercera ciudad en importancia de Estonia. Está situada en la frontera ruso-estonia, a orillas del rio Narva, a 220 km al este de Tallin y a solamente 140 km al oeste de San Petersburgo. Su larga historia comenzó en 1223, año en el que el Castillo de Narva fue construido por los cruzados daneses. En la orilla opuesta del rio, en la ciudad de Ivangorod, se alza, desafiante, la fortaleza rusa. La ciudad de Narva fue gobernada durante largos años por la Orden Livonia. Tras diferentes guerras, la ciudad fue capturada por los rusos (1558) y los suecos (1581). En 1704, durante la Gran Guerra del Norte, la ciudad fue conquistada por el zar Pedro el Grande e incorporada al Imperio Ruso durante más de dos siglos. El centro histórico de Narva estaba considerado la “Perla del Barroco”, pero fue casi completamente destruido en 1944 en los combates entre los ejércitos alemán y soviético durante la Segunda Guerra Mundial. Tras la guerra la ciudad fue reconstruida en “estilo soviético”, pero aún conserva algunas huellas de su glorioso pasado. Narva posee la particularidad de que más del 90% de su población utiliza el ruso como lengua materna.
Parada en Narva y breve tour panorámico. Tras caminar a lo largo de la antigua muralla de la ciudad, sobre el rio Narva, desde donde podemos ver la orilla rusa, descubriremos el edificio del antiguo Ayuntamiento. Fue construido en el siglo XVII en estilo “Barroco del Norte”.
Visita del castillo de Narva. También llamado “Castillo Hermann”, fue construido por los daneses a orillas del río Narva, sobre un acantilado que domina su curso. Su construcción comenzó en el siglo XIII, inicialmente en madera. La Orden de los Caballeros Livones lo transformó en convento. Posteriormente los suecos lo reforzaron notablemente, ya que hicieron del castillo una de sus principales defensas frente a la creciente expansión rusa en la zona. Su imponente torreón mide más de 50 metros de altura. Ha sido objeto de una cuidadosa restauración tras los danos sufridos durante el bombardeo ruso en la II Guerra Mundial.
Visita del distrito de Krenholm. Aquí aún funciona la Manufactura de Krenholm, inaugurada en 1857, que fue la mayor fábrica textil de Europa en su tiempo, orgullo industrial del Imperio Ruso. La iglesia luterana de Alejandro, dedicada a la memoria del zar Alejandro II. Fue construida entre 1881 y 1894 en estilo neo-románico, para los trabajadores de la fábrica. Antes de la guerra era la mayor iglesia de Estonia, con capacidad para más de 5000 fieles. También en el complejo de la Manufactura Krenholm se sitúa catedral ortodoxa de la Resurrección de Cristo, construida en estilo bizantino entre 1890 y 1897. Es interesante resaltar que la catedral fue el único edificio que quedó intacto tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. El Hospital de Narva, en estilo Art Nouveau, fue dedicado al 300 aniversario de la dinastía de los Romanov.