Pskov. Pskov es una joya por conocer, una pequeña ciudad histórica fuera de las grandes rutas turísticas. Se encuentra en una región de gran belleza natural, en la frontera de Rusia, Estonia y Letonia, antiguos límites de poderosos imperios. Pskov fue fundada en 903 por Santa Olga, según la leyenda, en un lugar que le fue indicado por tres vigas caídas del cielo, con las cuales mando construir la catedral de madera de la Trinidad, en torno a la cual se desarrolló la ciudad de Pskov. Desde su fundación, Pskov fue un importante centro de comercio y artesanía, y pronto se integró en la Hansa. Perteneció a la Republica de Nóvgorod hasta obtener su independencia en 1348 para formar la Republica de Pskov, que poseía su propio parlamento, el Veche. A principios del siglo XVI se unió al Gran Ducado de Moscú, lo que contribuyó a su desarrollo: la mayoría de sus iglesias y monumentos son de este periodo. Pskov era considerada la puerta occidental a Rusia, y su Krom (kremlin, fortaleza), fue asediado más de cien veces, pero jamás se rindió. En el siglo XVIII las fronteras de Rusia se desplazaron hacia el oeste, Pskov perdió su importancia estratégica e inició un declive que ayudó a preservar la herencia arquitectónica y cultural de la ciudad. La abdicación del último zar se produjo en Pskov tras la revolución rusa. Hoy en día la ciudad de Pskov es un auténtico museo al aire libre donde podremos admirar el arte y la historia de la antigua Rusia, lejos de la agitación de las grandes capitales. Algunos de sus monumentos han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Tour panorámico de Pskov. Recorreremos la ciudad a lo largo de los ríos Pskov, Velíkaya y Mirozha, y sus diferentes barrios: Stadishche, Gorodishche, Polonidche, Zapskovye, Zavelichye… Tras haber admirado el monumento a Alexander Nevsky, apreciaremos varios ejemplos de arquitectura rusa de diferentes periodos históricos: numerosos edificios medievales de los siglos XII al XV han sobrevivido hasta nuestros días, como la catedral de la Trinidad (1138), las Galerías Comerciales Pagankin –hoy Museo de la Ciudad- el monasterio Ivanovsky con su magnífica catedral de San Juan Bautista (1140) y el monasterio Mirozhsky. Estas antiguas iglesias poseen un estilo propio: blanqueadas con cal, con una sola cúpula y porches y campanarios característicos. Los monumentos más abundantes son los que datan de la época de esplendor de Pskov: bellas iglesias de los siglos XV y XVI, como las de San Basilio sobre la Colina (1413), la Asunción (1444), San Cosme y san Damián (1463), San Jorge (1494), la Epifanía (1496) y San Nicolás de las Murallas (1536). También veremos numerosas casas de mercaderes como las Cámaras Menshikov, Podznoev y Batov, la Casa de la Malta y la Casa Trubinsky, todas del siglo XVII. El complejo Pokrov es una parte de las antiguas fortificaciones de Pskov; visitaremos su gran torre, sus puertas, una parte de las murallas de la ciudad, los bastiones de Pedro, la iglesia de Pokrov y el monumento al 300 aniversario de la defensa de Pokrov, en 1581. A continuación visitaremos el Kremlin de Pskov.

Visita del Kremlin de Pskov. El Kremlin de Pskov, llamado “Krom” por sus habitantes, es el principal lugar de interés de la ciudad antigua, su corazón histórico y arquitectónico. Está situado en un altozano que se eleva sobre el lugar donde convergen los ríos Pskov y Velíkaya. Aquí se elevaba una primitiva fortaleza de madera ya en el siglo VIII, pero las actuales murallas de piedra datan del siglo XV, la época de la Republica de Pskov. En el interior del Kremlin se reunía el Veche, una asamblea popular donde se tomaban todas las decisiones importantes sobre los asuntos de estado. Frente a la sede del Veche se encuentra el símbolo de Pskov, la catedral de la Trinidad (1138, reconstruida en 1699), el edificio más alto de la ciudad, con un magnifico iconostasio barroco. En 1935 la catedral fue clausurada por los soviets, que hicieron de ella un museo antirreligioso. Durante la ocupación alemana de 1941 a 1944 la catedral volvió a abrirse, y así ha permanecido hasta hoy.

Visita del monasterio Mirozhsky. Fundado en el siglo XII en la unión de los ríos Mirozha y Velíkaya, el monasterio disfrutó de gran riqueza y poder. Era el principal centro de la vida espiritual y cultural de Pskov. De aquí salieron los primeros escritos de la región. El monasterio poseía un escritorio para copistas, una biblioteca y un taller-escuela de pintura de iconos. Situado en la orilla opuesta del Velikaya, frente al Kremlin pero fuera de la protección de sus murallas, el monasterio fue ocupado en varias ocasiones por los atacantes de la ciudad. Su catedral de la Transfiguración (1130) sobrevivió a todas las vicisitudes y es hoy el más importante monumento de Pskov que data de antes de las invasiones de los mongoles. Las joyas de la catedral son sus maravillosos frescos del siglo XII. Pintados por maestros griegos y sus discípulos rusos, fueron recubiertos con cal en el siglo XVIII y redescubiertos casualmente un siglo más tarde. Forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Visita de Izborsk. Situada a 30 km al oeste de Pskov, cerca de la frontera con Estonia, es una de las más antiguas fortalezas rusas, ya mencionada en la “Crónica de Néstor” –la más antigua historia de la Vieja Rusia- como datando de 862. A lo largo de su historia Izborsk ha estado siempre ligada a Pskov, como su puesto avanzado, protegiéndola de sus enemigos occidentales, formando parte de un complejo defensivo de más de 30 fuertes que defendían la frontera Oeste de Rusia. Desde el siglo XIII y durante los 3 siglos siguientes, la fortaleza sufrió ataques constantes. Al final de la Gran Guerra del Norte en el siglo XVIII, cuando las fronteras rusas se desplazaron hacia el Oeste, Izborsk perdió su importancia estratégica. Podemos admirar sus murallas del siglo XIV con sus grandes torres de vigilancia, entre las que destaca la Torre Lukovka (1330). En el interior de la fortaleza se encuentra la iglesia de la Natividad, del siglo XVI. Desde aquí podremos admirar el magnífico paisaje de la reserva natural que rodea Izborsk.

Visita del Monasterio de las Cuevas de Pskov (Pskovo-Pechersky). Situado al oeste de Pskov, a solamente 2km de Estonia, fue fundado en el siglo XV después de que varios ermitaños se instalasen en las cuevas de la zona. Construido como un fuerte, ha resistido numerosos asedios de los enemigos de Rusia, como los ejércitos polacos y suecos. Su iglesia de la Dormición fue construida en 1473, fecha considerada también como la de fundación del monasterio. Entre 1920 y 1944 estas tierras formaban parte de Estonia, lo que salvó al monasterio del terror soviético, preservando su arquitectura y sus tesoros, y siendo por lo tanto uno de los raros monasterios rusos que no tuvo que cerrar nunca desde su fundación.